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Hotelería
El destino define el hotel, esa es mi máxima.
En países en los que la comunicación se dificulta, Rusia por ejemplo, lo mejor es hacer una inversión fuerte y contratar hoteles de mayor categoría. En cambio, en las grandes capitales europeas lo fundamental es la ubicación, por lo que cualquier opción decente cerca de la estación de trenes o, en su defecto, de una de metro, basta y sobra para moverse con agilidad.
En el caso de unas vacaciones, de esas a las que se va a descansar en lindas playas, la clave es definir si se justifica el All Inclusive y pescar una buena oferta.
Para Latinoamérica es conveniente apuntar a los barrios turísticos o que se presentan como más seguros.
En el Sudeste Asiático, una vez más, a menos que la juventud lo permita y justifique, lo ideal es gastar un poco más y asegurarse cierta calidad y confort.
Equipaje
El presente consejo es irreproducible y se encuentra prohibida su difusión.
El peso de las valijas fue, es y será un tema en cualquier viaje. Por ello, desde hace tiempo, llevo ropa vieja para "descartar”. Como creo en reciclar, antes de partir y dejarla, la guardo en una bolsa con un mensaje en el que pido que sea llevada a una iglesia o centro de caridad. Lo mismo aplica para el calzado. De ese modo, a medida que van avanzando los días se va vaciando mi maleta y gano espacio para esas compras que indefectiblemente se hacen en cada escapada.
Además, elegir lo justo, utilizar colores neutros y que los clásicos sean los elegidos. Un jeans, un pantalón o calza oscura, un vestido negro, remeras, camisas y/o sweaters combinables, un infaltable abrigo, el resto se levanta con un buen pañuelo o accesorio... y ¡voilà!
Por otra parte, en las grandes cadenas de farmacias de Estados Unidos venden los mini productos de belleza y cuidado personal para armar el propio kit de viaje. En su defecto, como buena amante de los frascos y recipientes siempre cuento con botellitas vacías que suelo recopilar. Entonces, a la hora de partir, mi neceser se completa con toda mi rutina de higiene en tamaño pequeño y -una vez más- descartable.
Registros
Llevar impresa y a mano la información importante, así como los comprobantes de reserva. Contar con una foto del pasaporte en el móvil es también fundamental.
Tomar nota de aquello que sorprende, de los detalles, ayuda -cuando pasa el tiempo- a recordar la experiencia con mayor claridad. Por eso, el concepto de cuaderno de viaje no pasará jamás de moda.
Lo mismo sucede con las fotos, pero ¡cuidado! que las ganas de registrar ese paisaje, esa escultura, esa obra, no sea más importante que la vivencia.